Transportar a nuestra mascota puede ser complicado, quien tiene mascota siente que su pequeño o gran animalito es parte de su familia y le quiere como si fuera un hijo o hija.
Cuando tenemos que ir de viaje y transportar a nuestro gato o perro, hay que tener en cuenta su seguridad.
Y para ello hay que seguir unas simples, pero muy necesarias precauciones.
Si pensamos en transportar a nuestra mascota en nuestro periodo vacacional, hay que planificarlo con tiempo suficiente para que estemos seguros que estará cómodo y que no sufrirá ningún daño.
Dependiendo del transporte que vas a utilizar para irte de vacaciones, así tendrás que llevar jaula de seguridad o no.
Si vas a transportar a tu perrito o gato al extranjero vas a necesitar un transportista internacional especial para mascotas, y ellos mismos te ayudarán con los papeles que vas a necesitar para tal fin.
Es conveniente verificar que el transportista tenga experiencia y solicítale un certificado de las licencias y el seguro para evitar cualquier problema.
En estas empresas para transportar animales de compañía pueden hacerlo por avión, existen varias empresas con precios muy competitivos y con un refinado servicio muy profesional, que te darán todo tipo de información para que estés tranquilo.
Para transportar un animal tiene que hacerse cumpliendo las normativas que hay para tal caso y para ello se va a tener que requerir la documentación pertinente que te va a facilitar tu veterinario de confianza.
Por lo general es más difícil que los dueños se queden tranquilos que el animal viaje sin seguridad, transportar animales no debe ser un problema.
Pocas incidencias adversas se dan al transportar un animal de compañía, ahora las empresas dedicadas a eso lo hacen cada vez mejor.
Normalmente, los perritos y gatitos cuando pasan a estar al cuidado de la empresa que hemos elegido para su transporte, están cuidados por personal capacitado y veterinarios y gracias a su magnífico trato, los animalitos se quedan tranquilos.
Puede que la opción que más nos va a costar es saber que clase de trasportín o jaula vamos a necesitar. Para ello consulta con la empresa que has elegido para el traslado que esos saben que es lo que necesitan según las diferentes compañías aéreas.
El trasportín dependerá también del tamaño de animal y la raza del mismo. Y proporcionalmente al tamaño será también el precio que tendremos que pagar. Es conveniente ajustarnos a la medición exacta porque puede haber un error en el presupuesto inicial que nos dará la compañía transportadora.
Si tienes la posibilidad de que el animal pueda ir acompañado en el avión, es una opción más económica y no todas las compañías aéreas lo permiten, por lo que entonces lo tendrán que llevar en transportar y en la bodega.
Si tu mascota se va a transportar en la bodega, no pienses que va a ir como si fuera una maleta, los animales allí no pasan ni frio ni calor, ya que la bodega estará presurizada y acondicionada como el transporte de pasajeros.
Las normas piden que en los viajes de mascotas la temperatura sea de entre 15 y 25 grados, por lo que se regula constantemente.
No es aconsejable, para transportar a nuestros pequeños amigos que antes del viaje le suministremos algún tipo de relajante, pero si lo decide así, será usted el responsable de esa sedación.
La gran mayoría de compañías aéreas prohíben la sedación en forma expresa para transportar animales, ya que con el tranquilizante se baja la presión sanguínea y al tomar altitud el avión también le bajará dicha presión, así que se le podría ocasionar un paro cardiaco.
Y si es la primera vez que te separas de tu mascota, intenta relajarte, verás como el tiempo pasa rápido y tu querido animalito llegará sano y salvo.