Las fotografías de bodas en España ya no son lo que eran… Aportan un punto de fotoperiodismo. Agregan algo diferente a los tópicos de los anillos, la novia mirándose en el espejo, el beso y el posado con los padrinos.
Hay elementos que acostumbran a ser vitales en una boda: el traje de la novia, la iglesia (si es un link católico), el convite y, naturalmente, el fotógrafo. De la misma manera que hemos alterado la tuna por el DJ, el sacerdote por el profesor de liturgias, la ensaladilla por entrantes distinguidos y el Seat por el Rolls Royce, los encargados de inmortalizar las bodas ya no son los fotógrafos de la BBC de siempre (bodas, bautizos y comuniones), sino más bien lo nuevos documentalistas de la fotografía social.
No hay que menospreciar el trabajo que muchos fotógrafos de pueblos o bien grandes ciudades han efectuado a lo largo de años y, gracias a los que, las familias guardamos retazos de la historia de este país. Grandes ejemplos de estos fotógrafos de oficio son el caso de Virxilio Vieitez, al que la Fundación Telefónica dedicó una enorme exposición, o bien el murciano J. de la Cruz Megías, quien fuera ganador del premio Revelación de PhotoEspaña en 2001.
Mas la manera de rememorar las bodas, sea una unión civil, religiosa o bien igualitaria, ha evolucionado. Sobre ello hemos preguntado a los fotógrafos que son premiados por sus renovadores trabajos.
Con un estilo próximo al fotoperiodismo, es muy común que este tipo de fotografo bodas girona, venga de trabajar en prensa, lo que marca el lenguaje que se emplea en estas fotografías. Y no solo por la técnica, sino más bien la prensa te enseña a ser resolutivo, saber donde ponerte y, sobre todo, te da una habilidad para tratar a gente a la que no conoces. Es fundamental, no deja de ser fotografía social. Asimismo te da la habilidad de saber qué pasa y de qué manera contarlo.
Otros eran reporteros gráficos de informativos en las televisiones. Viendo que el panorama estaba cambiando en el periodismo, decidieron comenzar a hacer fotografía de pequeños y familias, en la calle, sin estudio y aplicando los conocimientos del periodismo. Al poco tiempo surgió la primera boda. Comenzaron a hacer una y otra boda con ese estilo fotoperiodístico. Esto era algo que ya se hacía en el mundo anglosajón, mas cuando comenzaron, en España apenas se daba. Agradaba hacer ese tipo de fotografías, por la velocidad, pues debes coger el instante y por el hecho de que es lo que aprendieron en televisión.
Hay un factor común en todos que los distingue de los fotógrafos tradicionales: no se someten a unas reglas tradicionales, procuran crear fotografía no vistas, que cada boda tenga su imagen. La diferencia con los fotógrafos de otras generaciones, es sobre todo la ausencia de límites o bien de ideas preconcebidas. Tratan una boda tal y como si fuera cualquier otro evento.
Aunque es cierto, que existen algunas cosas que no puedes dejar de hacer, como por poner un ejemplo los anillos. Mas la fotografía social es considerablemente más que poner un anillo o bien recortar una tarta. Nosotros ponemos el acento en otras cosas, como el instante anterior. Te voy a hacer los anillos, mas me voy a fijar más en la lágrima que cae, el nerviosismo de antes… Hacer la fotografía del anillo es simple, lo complicado es que sea artística.
Fuente: http://www.dinozze.es