Este nuevo panorama de bajos tipos de interés ha impulsado en extremo la contratación de las hipotecas a plazo fijo. Conforme los últimos datos publicados por el INE (Instituto Nacional de Estadística), pertinentes al pasado mes de septiembre, hasta el treinta por ciento de los nuevos préstamos que se firman van ligados a un costo fijo, por el setenta por ciento que va referenciado a un variable con el Euribor como primordial termómetro de las cuotas mensuales a abonar.
Los analistas aclaran que la banca, en un contexto en el que el coste del dinero está en el 0 por ciento, ha optado por hacer caja con productos complementarios adheridos a las mejores hipotecas. Los prestatarios, a cambio de intereses bajísimos, deben contratar seguros, planes de pensiones, etcétera como contraprestación. Esta situación parece que se extenderá, por lo menos, a lo largo de un año más una vez que el Banco Central Europeo (BCE) haya anunciado últimamente que prorroga hasta diciembre de dos mil diecisiete, aun más allí si fuera preciso, la presente era de dinero a costo cero.
De esta manera, desde el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria Research, el servicio de estudios de la entidad, se repite que el mercado crediticio muestra unas condiciones convenientes (tipos de interés que continúan en mínimos) para el endeudamiento de los hogares que, por otra parte, siguen reduciendo su deuda hipotecaria, ubicada en los niveles más bajos desde el principio de la crisis (el saldo vivo es un veinte por ciento inferior al límite registrado en el mes de julio de dos mil diez). «El mercado hipotecario es un estímulo para la demanda residencial, si bien la firma de préstamos se esté desacelerando», mantiene el banco.
Por otro lado, dos mil dieciseis ha servido para afianzar, del mismo modo, el incremento del importe medio de las hipotecas en Barcelona, que se ha instalado por sobre los ciento diez euros desde junio y subiendo con moderación (en el mes de septiembre, último dato libre, se ubica por sobre los ciento trece mil euros), conforme el Instituto Nacional de Estadística. En este apartado, lejísimos quedan ya tanto las cuantías medias mínimas de los préstamos, inferiores a los cien euros en dos mil trece y dos mil catorce, como las máximas del boom, superiores a los ciento cincuenta euros en dos mil siete.