Cuando uno decide construirse un navío uno de los primeros y asiduos inconvenientes con el que va a enfrentarse será elegir el diseño conveniente.
Hay cientos y cientos de planos libres en el mercado y por lo tanto las opciones son muy numerosas, entre otras muchas, ¿clasico o bien moderno?, los materiales pueden, ser construccion tradicional en madera, contrachapado marino, strip planck, acero, aluminio,resina de poliester y fibra de vidrio, incluso podemos hablar de ferrocemento, por otra parte podemos decidirnos por un diseño pesado o bien ligero, espacioso o bien con interiores minimos, etc… en resumen un montón de dudas con las que deberemos pelearnos hasta el día clave en el que uno termina decidiendose y solicitando su maqueta por internet.
Ahí comienza la impaciencia ,estamos pendientes del correo, si nos da la sensación de que la cosa se retrasa, ya enviamos mensaje a la tienda… después de pocos días de gran ansiedad llega el día mágico,la notita del cartero para ir a recoger un bulto a correos o si hemos coincidido con la entrega, nos llega la maqueta a casa. Al fin ya estamos en casa con la maqueta del barco por montar, con muchas ganas de empezar e imaginar todo cuanto se irá sucediendo en los proximos meses, es parte integrante de esos instantes magicos, y que periodicamente se ira repitiendo a lo largo del tiempo cada vez que superemos una etapa en el proceso de construccion.
En mi caso la primera decision, la del diseño, fue mucho más visceral que racional, sencillamente me enamore del Sea Bird un diseño de mil novecientos, la realidad es que complicado y poco practico para la idea que a día de hoy se tiene de lo que debe ser un velero, y para empeorar un poco más las cosas, de contruccion tradicional. A pesar de todo, en ningún instante me he arrepentido de esta eleccion.
El Sea Bird tiene setecientos ochenta metros de eslora, y desplaza más o menos dos mil ochocientos kilos va aparejado como Yawl esto es el palo de mesana a popa de la mecha del timon, el juego de planos era muy basico, plano de líneas, de construccion, velico y poco pero, todo por setenta y cinco dolares. Tanto placer por solo setenta y cinco dolares.
Por otro lado, de este navío menos el motor y las candelas lo construi todo eso si con la ayuda de mi padre, que me ayudo mucho con el Sea Mini y de ciertos amigos que terminaron implicandose prácticamente como si fuera cosa suya.
Puedo decir que fue una gran experiencia. Me encantan las maquetas de barcos y comenzar por este modelo, pese a no ser el más adecuado, fue toda una experiencia.