Si le dices a tu hijo/a si le agradaría aprender a montar a caballo, estamos seguros de que te contestará que sí, que le encantaría.
Los pequeños se sienten atraídos por los caballos. La mayor parte sueña con montar en uno y vivir algo soñado. El poder y libertad que da un caballo es algo inusual. Y por otro lado, los estudios prueban que los caballos tienen un efecto positivísimo en los pequeños.
De ahí que, ofrecerles la ocasión de que puedan encontrar donde dar paseos a caballo para niños en valencia, es una cosa que puede brindarles una actividad amena o bien de ocio.
Comienzan, por ir a clases no muy regulares y su evolución, en muchos aspectos (contacto con el animal, equilibrio, coordinación, autonomía, confianza…), suele ser sorprendente.
Hablando con muchos padres, te quedas sorprendido de los increíbles beneficios, algunos exclusivos, que ofrece la equitación infantil.
Todos y cada uno de los pequeños, deberían tener la ocasión de beneficiarse de esta actividad y a día de hoy te cuento por qué razón.
Si consideras que se trata de un deporte elitista y demasiado costoso, puedes ir quitándote esa idea de la cabeza. La equitación infantil, está al alcance de prácticamente todos los bolsillos. Además, pueden comenzar con caballos pequeños, como son los ponis.
¿Qué sería un Pony Club?
Es una escuela de equitación para pequeños con caballos pequeños, ponis.
Los pequeños desde dos años, ya pueden comenzar a tener contacto con estos animales: el calor del animal, la piel, el fragancia,… son un montón de sensaciones estimuladoras y naturales que favorecen su desarrollo psicomotor.
De tres a seis años se puede hacer un taller, con la cooperación de los progenitores.
La satisfacción de poder dar paseos a caballo para niños en valencia
En estas sesiones de paseos a caballo para niños en valencia, se puede trabajar con el contacto y respeto del poni, equilibrio, cómputo del cuerpo, lateralidad. Se comienza a practicar así mismo la dirección y el trote. Los conceptos básicos, a fin de que el pequeño vaya desarrollando destrezas diferentes.
Además de esto, todas y cada una de las clases se pueden terminar con un paseo realmente agradable.
Desde los cinco-seis años, los pequeños ya pueden acudir a las clases sólos. Trabajarán el equilibrio, trote, dirección y conforme su edad y evolución, comienzan a pasar niveles: Galope I, II, III.
Lo más esencial, es que las sesiones no consisten en montar y estacionar el animal, así mismo se va desarrollando una responsabilidad del bien hacer, creando una necesidad de cuidar del animal.
Los pequeños saludan y cepillan a los animales antes de cada clase. Después, preparan la montura y los estribos y aprenden todo lo relacionado con ellos; a nombrar las partes del cuerpo del caballo, los elementos para su aseo y cuidado, saben que viene el veterinario, el herrador para hacerles los cascos,… Esto es lo que dejará que su afición crezca.