Los planteamientos para la corrección de las ametropías, han sufrido unas modificaciones que obedecen a influencias muy dispares: irrupción masiva de la cirugía refractiva, demanda de los amétropes para progresar su calidad visual y de vida, nuevas modalidades en el empleo de las lentillas de contacto, entrada de muchos usuarios crónicos de lentillas de contacto en edad présbita, etcétera.
Las lentillas o bien, para ser más precisos, las compañías y ámbitos que intervienen en su comercialización, ven conminado un terreno que hasta fechas recientes carecía de opciones alternativas. Los cambios y mejoras, que la contactología ha experimentado (las lentes desechables son un buen ejemplo) no son ya suficientes para sostenerse como, la mejor opción alternativa para la corrección de ametropías. Se ha hecho indispensable, una renovación del campo que busque soluciones para las restricciones actuales.
Situación actual
El número actual de portadores de lentillas de contacto en el mundo, se cifra en unos setenta y cinco millones. Esta cantidad, equiparada con las personas que padecen miopía (más de 1.000 millones) es bajísima. Todavía más, el defecto tiende a acrecentarse y abundan los estudios, sobre todo de países orientales, que apuntan cara a un crecimiento increíble de la prevalencia en las próximas décadas.
Aunque es verdad que los condicionantes económicos pueden limitar (de hecho lo hacen) la implantación masiva de las lentillas de contacto, la mejora de los métodos de producción va a ofrecer más posibilidades. Este hecho, muy importante en la estrategia de las grandes empresas, asimismo lo debe ser en otros profesionales del campo (contactólogos, ópticas,…). No se puede olvidar, que la miopía tiende a acrecentarse en la población y que la proporción de usuarios de lentillas de contacto sigue siendo baja.
Los datos actuales de lentillasadomicilio, apuntan un acreciento de venta en las unidades de lentillas de contacto, hecho que se acompaña de un supuestamente contradictorio descenso del valor económico. Debe considerarse que las lentillas desechables están ganando terreno a las de empleo usual, tanto blandas como duras.
La lentilla de contacto ideal
La existencia de complicaciones e inconvenientes en el empleo regular de las lentillas, han propiciado nuevas formas de empleo que no siempre y en todo momento han tenido éxito. La experiencia del porte permanente, vino acompañado de inconvenientes que postergaron esta forma de porte a una minoría de usuarios (en la actualidad en Europa solo el 3% del total de usuarios). Esto ha obligado a proponer otras tácticas que, cuando menos de momento semejan más triunfantes, como es el reemplazo usual.
La busca de la lentilla ideal, ha sido el propósito de la contactología desde los principios de exactamente la misma. Los nuevos avances, que han sido claramente positivos, han venido acompañados de nuevos inconvenientes. No se debe olvidar que la lentilla de contacto ideal, va a deber serlo para el usuario, para el contactólogo y para la superficie ocular:
*Para el usuario: mínima manipulación (inserción, extracción, limpieza), máxima comodidad, máximo tiempo de empleo, visión inmejorable, a nivel económico asumible.
*Para el contactólogo: facilidad de adaptación, amplitud de factores, a nivel económico rentable, mínimas complicaciones.
* Para la superficie ocular: máxima transmisibilidad de oxígeno, ausencia de modificaciones en la película lagrimal, ausencia de depósitos, bordes atraumáticos, no deterioro del material ni de la geometría.