Desde hace unos años, España vive inmersa en la edad de oro de las hipotecas baratas a interés fijo. Y es que desde dos mil dieciséis asistimos a una auténtica guerra de costos que rebajó el costo de estos productos, algo que animó a muchos usuarios a financiar la adquisición de su nuevo hogar con un interés muy frecuente. Pero además de tener unas cuotas que se mantienen estables, ¿cuáles son las características particulares más esenciales de una hipoteca fija?
En este apartado explicaremos cuáles son las características particulares principales de estos préstamos hipotecarios:
* El interés de las hipotecas a tipo fijo, como su nombre apunta, se mantiene siempre y en toda circunstancia e instante muy estable. En consecuencia, sus cuotas tienen el mismo costo durante todo el periodo de devolución del producto, se puede revisar anticipadamente en un buscador de hipotecas. Esta es la diferencia principal respecto a las hipotecas a tipo variable, cuyo interés sí puede cambiar dependiendo de las oscilaciones de los índices de referencia.
* El tipo que se aplica sobre una hipoteca a interés fijo, acostumbra a ser menor o mayor, dependiendo del plazo elegido por el cliente. Dicho de otra manera, en la gran mayoría de los casos, el interés de una hipoteca fija a 15 años, es más bajo que el aplicado si el plazo es de 25 o de 30 años. Hoy día, las hipotecas económicas a tipo fijo, tienen un tipo de en torno al dos por ciento a 20 años.
Últimamente las hipotecas baratas a interés fijo, han tenido un espectacular crecimiento, aunque siguen siendo las variables las de mayor demanda
* Como sucede además con los préstamos a tipo variable, la mayor parte de las ofertas hipotecarias a tipo fijo, financia hasta el 80 por ciento de la adquisición de la vivienda, un porcentaje que se reduce hasta el 60 por ciento (o el 70 por ciento) en las hipotecas fijas para segunda residencia.
* Normalmente, el periodo de reembolso de las hipotecas a interés fijo, es de entre un mínimo de 10 años y un máximo de 25 o 30 años.
Finalmente, también hay que comentar, que aunque el interés de estos productos sea un valor muy frecuente, el costo de una hipoteca a tipo fijo además puede cambiar si se dan ciertas circunstancias. Por ejemplo, puede subir o bajar si dejan de reunirse los requisitos de vinculación acordados con el banco o, si se altera el contrato en la mitad del plazo.
El tipo variable también puede ser una buena opción
Antes de decantarnos por firmar una hipoteca fija, cuyas condiciones pueden ser atractivísimas en la actualidad, es interesante que consultemos con nuestra empresa de Barcelona puesto que somos especialistas, sobre el resto de las opciones de financiación que nos ofrece el mercado hipotecario de España. Por servirnos de un ejemplo, dado el presente escenario, contratar una hipoteca a tipo variable puede ser también una opción alternativa aconsejable, pues el euríbor lleva ya dos años en negativo y, en consecuencia, las cuotas de estos productos son muy alcanzables. Aparte de esto, todas las previsiones apuntan a que este índice seguirá registrando valores en negativo hasta dos mil diecinueve, así que es realmente posible que los modelos variables se sostengan bajos durante todo este año.