En los últimos tiempos en numerosísimas páginas de internet y anuncios clasificados en ciertos medios ha proliferado el empleo del término ‘escort’ para ofrecer servicios de chicas de compañía de alto nivel ( ver tu complice ). Es común que se asocie la palabra con la figura de una puta de mucho lujo, si bien verdaderamente no todas y cada una de las escorts que ofrecen sus servicios de acompañamiento incluyen algún género de relación íntima.
El término escort procede del italiano ‘scorta’ (cuyo significado es ‘acompañamiento’) y este desde el latín ‘scorgere’ (guía). Nos llega al castellano a través del inglés (escrito scort) habiendo pasado ya antes por la lengua francesa medieval ‘escorte’.
De estas palabras asimismo nace el término ‘escolta’, usado para referirse a quien acompaña a alguien como protección en previsión de un posible ataque.
Así, el término escort empezó a usarse asimismo para referirse a quien prestaba un servicio de acompañamiento (generalmente a hombres de alto poder adquisitivo) a acontecimientos o bien actos sociales, sin que estos tuviesen nada que ver con los que efectuaban las putas usuales.
Las escorts por regla general son mujeres jóvenes, atractivas y con un alto nivel cultural, con lo que son empleadas a menudo como una simple figura de acompañamiento y lucimiento, sin que esto requiera ir alén de esas funciones. En cualquier caso, vez ha sido mayor el número de acompañantes que han accedido a sostener una relación íntima con el usuario (generalmente a cambio de una suma extra de dinero), por eso poquito a poco se haya aumentado el número de mujeres que se ofrecen como escorts mas no solo para efectuar un acompañamiento sino más bien para entregar un servicio de prostitución, calificándose de mucho lujo por el alto coste de la tarifa y su perfil.