¿Toda vez que te dedicas a colocar el vinilo de efecto ácido sobre los cristales te pasa lo mismo? ¿Se te llena todo de las dichosas burbujas y desconoces como quitarlas?. Vamos a darte la solución.
El vinilo acido, es el que se utiliza normalmente para la decoración de cristales y espejos, principalmente. Como especificamos en el artículo dedicado al mismo, se llama al ácido pues simula el efecto que los cristaleros logran sobre el vidrio tratándolo con ácido.
Lo primero y fundamental, es asegurarse de que la superficie esté muy limpia. Esto es preciso por el hecho de que el vinilo al ácido es traslúcido y cualquier pequeña mancha terminará arruinando un buen trabajo. Por tanto, vamos a limpiar la superficie esmeradamente con agua y jabón y alcohol de quemar, poniendo mucho cuidado en ello. En las ventanas, va a ser bueno que saneemos el hilo de silicona que generalmente existe en los bordes de unión con los marcos. Con un cutter o bien una cuchilla rascador, vamos a ir suprimiendo los restos excedentes. La silicona liga mal con los adhesivos y, con el tiempo, terminarán levantando el vinilo en la zona de contacto. Es esencial por este motivo adecentar toda la zona bien.
En el momento en que esté todo limpio, vamos a despegar toda la trasera de papel del vinilo. Si es muy grande la pieza, sería bueno que nos ayudase alguien. Con mucho cuidado, a fin de que no se vuelva el material y se pegue sobre sí mismo, rociaremos el lado adhesivo con agua que tenga un ligera mezcla jabonácea. Podemos emplear una pistola aerosol para esto. Del mismo modo rociaremos el cristal con exactamente el mismo procedimiento.
Seguidamente sostendremos la pieza de vinilo acido exterior por dos de los extremos y la pondremos sobre la zona empapada del cristal, intentando que el lado adhesivo quede en contacto con este. Ahora es el instante de intentar que la pieza se ponga precisamente donde queremos colocarla.
Una vez seguros de que está en su lugar, con una rasqueta de plástico flexible (acostumbran a venderlas en tiendas de suministros industriales) vamos a ir empujando con mucha suavidad el agua contenida entre el vinilo y el cristal, cara abajo, hasta el momento en que la saquemos toda. Un truco, es empapar asimismo el lado precedente del vinilo a fin de que la rasqueta se mueva con suavidad y no dañes el vinilo.
Cuando se haya sacado toda el agua, es conveniente no tocarlo a lo largo de unas horas hasta el momento en que pierda la humedad.
En los casos en los que el vinilo esté ploteado con figuras y siluetas, es fundamental no retirar el transportador (papel transfer precedente, no la conserva trasera) hasta el momento en que hayan pasado por lo menos doce horas. Una vez seco el montaje, se retira el tranfer con mucho cuidado. Tirando despacio y con un cutter y mucho mimo, vamos a poder “pelar” el vinilo excedente, dejando la figura que nos resulta de interés.
El truco final: A veces se generan algunos pellizcos que dejan unas pequeñas marcas blancas, vamos a poder retirarlos de manera fácil si calentamos tenuemente el vinilo con un encendedor en la zona dañada, pasando la llama de forma rápida. Aplicando de manera inmediata la rasqueta con mucha suavidad, la marca va a desaparecer.