Si tenemos el chasis (y motor si la maqueta lo posee) montado, y la carrocería pintada. Falta todavía algunas horas de trabajo, por partes:
Interiores:
Aparte de intentar pintar los asientos con un poco de cuidado, con lavaditos y demás, hay algunas otras cosas que se pueden hacer: en el suelo podemos intentar simular las alfombras. Esto puede hacerse de múltiples maneras, las mas comunes son el papel autoadhesivo de aspecto afelpado, como las que traen algunas maquetas modernas (en las papelerías las hay de colores, y también podéis pintarlo antes de ponerlo) o con “Flock”, que es un tipo de polvo de terciopelo, que se vende en tiendas de modelismo y a veces también en tiendas de artes plásticas; en esencia es un polvo de terciopelo, muy, muy fino, que se adhiere a la superficie de la maqueta con cola blanca, o con pintura. Los hay de colores, o lo puedes usar blanco y después pintar. Aparentemente es bien simple de poner, pero en el instante de hacerlo, requiere cuidado y practica para un acabado realista.
Los instrumentos del tablero además son un tema a cuidar. Las maquetas de coches de hoy día incluyen calcas para esto. Una vez puestas, una gota de barniz transparente o de cola blanca (se vuelve transparente al secar) sirven para simular un cristal.
En las maquetas de coches, el detalle del salpicadero y asimismo interiores es bastante bueno; en las viejas a veces es tosco; el mercado ofrece muchos accesorios para acrecentar este aspecto, como cinturones, relojes, etc., pero esto es una cosa que se sale de las intenciones de este trabajo, aunque es conveniente que lo vayais sabiendo.
Cristales:
Los cristales hay que tratarlos esmeradamente desde el instante que abrimos la caja, para evitar rayarlos o dañarlos en lo posible. En el instante de ponerlos hay que saber una cosa fundamental: tanto el pegamento plástico como el superglue estropean los cristales, entonces no debes utilizarlos. Es obligado emplear cola blanca, o en el caso de no tenerla, pegamento de contacto. Esto es valido tanto para los parabrisas y ventanas, para faros y pilotos traseros y laterales, o sea, cualquier pieza de plástico transparente. Aparte de esto hay que procurar que queden lo más limpios posible; o bien los manipulamos y ponemos con guantes, o bien los limpiamos entonces esmeradamente con agua y alcohol.
Los pilotos traseros, laterales y de intermitentes delanteros se pintan con pinturas trasparentes naranja y roja, acrílicas o esmaltes, a gusto de cada cual. ¿Por la parte interior o por fuera? Se pueden hacer las dos cosas; personalmente lo suelo hacer por dentro; prueba las dos soluciones y escoge la que te guste.
Accesorios:
Por último, nos quedan los propios, manillas, paragolpes, antenas, etc. Hay que proceder esmeradamente y con limpieza, puesto que estos detalles están muy a la vista, y los fallos en estas cosas ensombrecen mucho el resultado final. Ojo con los adhesivos a usar: el superglue es tentador por su poder de unión y velocidad, pero puede estropear la pintura… personalmente prefiero la cola blanca o los pegamentos de contacto. Son menos potentes, pero más seguros.
Por otra parte, muchas de estas piezas van puestas con pequeños pernos plásticos que encajan en agujeros; en un caso de esta manera deben ser probados antes de pintar la carrocería, y ensanchar los agujeros si fuera preciso con una pequeña broca manual o con un mini taladro, por el hecho de que con la pintura de la carrocería su diámetro se reducirá. Con ellos si se puede emplear una pequeña gota de pegamento plástico.