Según las últimas investigaciones realizadas por la Open University y la Universidad de Manchester, se concluye que en el antiguo Egipto, se han encontrado pruebas de que se utilizaban restos de meteoritos para la elaboración de abalorioslos. Este hecho tan contundente proviene de collares de cuentas de hierro que fueron extraidos en el año 1911 en el cementerio de Gerzeh, un lugar que se encuentra a 70 kilómetros al sur de El Cairo.
El abalorio encontrado data del 3600 antes de Cristo, muchos años antes de la Edad de Hierro en Egipto. En sus inicios, se deducía que podía pertenecer a un meteorito, por su composición rica en hierro y níquel. Pero esta hipótesis estuvo cuestionada sobre los años 80, cuando algunos académicos indicaron que la mayoría de los primeros casos en todo el mundo sobre el uso de hierro (que en sus inicios se pensó que tenían su origen en un meteorito), eran realmente intentos de fusión temprana.
Años más tarde, este hallazgo de Gerzeh, que fue el más antiguo en relación a la utilización del hierro en Egipto, fue cedido para una nueva prueba. Los investigadores emplearon una combinación de rayos X y microscopio electrónico para revelar que la composición química muy rica en níquel de este abalorio demuestra su origen en un meteorito.
Según Diane Johnson, este estudio «ensalza que la aplicación de la tecnología actual a los materiales antiguos no vale solo para comprender mejor los meteoritos, sino que además nos ayuda a comprender el significado e importancia de estos materiales para las culturas antiguas.». El estudio fue publicado en en «Meteoritics and Planetary Science journal».
Sin duda, el meteorito de hierro tuvo grandes implicaciones para los antiguos egipcios, desde el punto de vista de su percepción del hierro en su origen celeste como en sus avances por inicarse en un tipo de metalurgia temprana. Joyce Tyldesley, afirma que «en la actualidad vemos el hierro, sobre todo, como un metal sin atractivo. Sin embargo para los antiguos egipcios era inusual y bello, ya que caía del cielo, y con toda seguridad se pensaba que tenía propiedades mágicas y religiosas». Es por ello, que para este investigador, usar este notable metal para confeccionar pequeños objetos como abalorios, y su significado religioso, nos da el motivo por el cual lo incluían en sus tumbas.
Según Philip Withers, los meteoritos «tienen una huella digital como las personas, a nivel microestructural y químico única, ya que tienen la cualidad de enfriarse muy despacio a medida que viajaban por el espacio. Por este motivo fue muy fascinante descubrir esta huella en estos abalorios egipcios».
Fuente: Abalorium Santander