Las hipotecas de autopromoción son un producto financiero diseñado para aquellas personas interesadas en construir su vivienda propia, es un préstamo hipotecario destinado a financiar la construcción de la vivienda. Este tipo de hipotecas tienen algunas características similares con las hipotecas ordinarias, pero también presenta diferencias importantes.
A diferencia de las hipotecas para adquirir una vivienda nueva o de segunda mano, las hipotecas de autopromoción no otorgan la totalidad del capital aprobado de una sola vez, el dinero es entregado en tramos o fases, en función del avance del proyecto. Por lo general, existen tres fases:
- Tramo de suelo o fase inicial: para el desarrollo de esta fase se puede recibir hasta un 50% del total del préstamo, que será destinado al financiamiento del proyecto arquitectónico y el inicio de las obras de construcción de la vivienda.
- Fase de certificaciones: para el desarrollo de este segundo tramo se recibe entre un 20 y el 30% del préstamo, que son destinados a realizar pagos correspondientes al desarrollo del proyecto constructivo.
En esta fase la persona responsable del proyecto debe realizar los diferentes justificantes del avance de las obras, las cuales deben presentarse al banco o institución financiera como prueba de que el proyecto se desarrolla de acuerdo a lo estipulado.
- Fase de fin de obra: esta fase se desarrolla una vez que culmina la construcción de la vivienda y se obtiene la cédula de habitabilidad, en este tramo se recibe la parte restante de la hipoteca de autopromoción, generalmente oscila entre un 10 y un 20% del préstamo.
Funcionamiento
Generalmente, las hipotecas de autopromoción están diseñadas para financiar la construcción de la vivienda, pero no incluyen la compra del terreno donde se edificará dicha vivienda. Uno de los requisitos previos para acceder a esta modalidad hipotecaria es contar con el terreno donde se tiene previsto construir la vivienda.
La forma en que se ejecutan las hipotecas de autopromoción tiende a variar de una institución financiera a otra. No obstante, al igual que las hipotecas ordinarias, suelen cubrir hasta el 80% del valor de la vivienda y el periodo para devolver el capital prestado más los intereses oscila entre los 10 y los 30 años.
Al igual que con las hipotecas ordinarias, se paga una cuota mensual que incluye el aporte al capital obtenido y los intereses que devenga la entidad bancaria por el préstamo.
Con este tipo de hipotecas se puede financiar la construcción de casas de ladrillo, prefabricadas y modulares, en el caso de los dos últimos tipos deben estar ancladas en el suelo, ya que con una hipoteca de autopromoción no se pueden financiar viviendas móviles. Hay empresas como Fercogestión que se encargan de conseguirte las hipotecas de autopromoción con las mejores condiciones del mercado.
Requisitos básicos
Como todo producto financiero, las hipotecas de autopromoción tienen algunos requisitos básicos para su otorgamiento:
- El solicitante debe tener un perfil solvente, es decir demostrar una situación económica estable, capacidad de pago y contar con ahorros suficientes para financiar el 30% del proyecto.
- Ser propietario de un terreno urbanizable.
- Contar con licencia de construcción en vigor emitida por el ayuntamiento correspondiente.
- Disponer un presupuesto de construcción, el cual debe ser realizado por empresa constructora, preferiblemente por aquella que se va a encargar del desarrollo del proyecto.
- Presentar un proyecto de construcción.
- Disponer del certificado energético, que determine el nivel de eficiencia energética que tendrá la vivienda.